botella de solvente
Un frasco disolvente es un recipiente de laboratorio esencial diseñado específicamente para almacenar y dispensar disolventes químicos de manera segura y eficiente. Estos recipientes especializados están fabricados con materiales de alta calidad, generalmente vidrio borosilicatado o plásticos resistentes a productos químicos, para garantizar una máxima durabilidad y compatibilidad química. Los frascos disponen de tapones de vidrio esmerilado con precisión o tapas roscadas con sellos resistentes a productos químicos para mantener la pureza del disolvente y prevenir su evaporación. Los frascos disolventes modernos incorporan características avanzadas de seguridad, incluyendo recubrimientos de protección UV para proteger compuestos sensibles a la luz, válvulas de alivio de presión para evitar acumulaciones peligrosas y anillos antireboses para dispensar con control. Los frascos vienen en varios tamaños, desde 100 ml hasta varios litros, adecuándose a diferentes necesidades en el laboratorio. Frecuentemente incluyen marcas de graduación para medir con precisión el volumen y bocas anchas para facilitar el llenado y la limpieza. Su diseño ergonómico asegura un manejo seguro, mientras que su construcción resistente soporta el uso diario en laboratorios. Estos frascos son esenciales en química analítica, investigación farmacéutica y laboratorios de control de calidad donde el manejo preciso de disolventes es crucial.